Esta es una breve lista de acepciones que deberían figurar en cualquier diccionario; y que, sin embargo parecen haber obviado. No importan las razones, es por eso que me ofrezco a colaborar con algunas definiciones.
Coleccionista de estampillas. Persona con serios problemas de correspondencia. Prácticamente un dinosaurio en tiempos de e-mail.
Coleccionista de ropa interior. Adjetivo referido al individuo que atesora prendas íntimas como curriculum y/o trofeo de batallas libradas en campos de sábanas.
Coleccionista de piedras. Amante fiel de la madre tierra; a cuyo cargo quedaron los chiquillos, sus eternas y pequeñas criaturas.
Coleccionista de huesos. También llamado médico. Especialista en medicina forense, se la pasa intentando encontrar alguna pieza ósea que aún no haya sido descubierta por la ciencia.
Coleccionista de llaveros. Típico critico despistado. Tiene pánico a quedarse fuera de cualquier ambiente que tenga cuatro paredes y una puerta con cerradura.
Coleccionista de cajetillas de cigarros. Persona que al igual que un gran deportista con sus trofeos, se llena de satisfacción embelesándose con las miles de cajas consumidas.
Coleccionista de fotos. El tiempo su enemigo acérrimo. Se obsesiona con los instantes atrapados en papel kodak. Normalmente carece de memoria y necesita fotografiar cada instante importante de su vida; su existencia misma se compone de flashes e imágenes.
Coleccionista de botellas. Miembro activo del club de alcohólicos declarados. Su obsesión: que el hígado y todo el cuerpo resistan hasta poder haberse bebido todos los licores habidos y por haber.
Coleccionista de música. Instrumento fundamental: audífonos. Melómano con fuerte tendencia al ensimismamiento. Cree obstinadamente que la vida toda no le va alcanzar para poder escuchar toda la música existente.
Coleccionista de tarjetas telefónicas. Individuo absolutamente incomunicativo. Padece de alergia a los teléfonos públicos. Su objetivo es obtener todas las tarjetas del mundo y así evitar que las personas puedan comunicarse entre ellas.
Coleccionista de monedas. Persona que vive en la pobreza absoluta. Come muy poco, prefiere el brillo metálico al del sol. Piensa envejecer apilando sus atesoradas monedas.
Coleccionista de postales. Persona que jamás salió de su ciudad, pero que a pesar de ello, conoce los lugares más increíbles del mundo como Simbad el marino.
Coleccionista de libros. Obsesivo compulsivo, necesita que sus libros sumen y sigan hasta poblar todo su espacio circúndate. Su objetivo en el largo plazo es morir ahogado entre cada palabra, punto y coma.
Con este humilde aporte al enriquecimiento de nuestro repertorio verbal espero haber dejado satisfechos a los tantos como yo, aficionados a recolectar un sin fin de objetos, desde los simples hasta los más extravagantes.
3 comentarios:
Falto yo!!!! tenes que crearme una definición "Coleccionista de colecciones" la verguenza del resto de los coleccionistas, jajaja
Te reto.
sabes lo ke dice el dicho !! KIEN NO CAE, RESBALA !! jaja
me presento ! yo soy una coleccionista de blogs: persona ke en su afán por postear algo en su blog, se la pasa leyendo blog ajenos !! jeje
me gustó mucho tu blog especialmente este post.
puedo copiartelo??
un saludo
Yo también soy coleccionista de Blogs y, a este paso coleccionista de horas extra por leerlos en horas de oficina.
Publicar un comentario